Este documento basado en la investigación de la Educación Superior en Panamá se desarrolla en el marco de los estudios periódicos de la situación de la Educación Superior Iberoamericana 2005-2010, cuenta con el apoyo de El Centro Interuniversitario de Desarrollo - CINDA, la Red de universidades, red de oportunidades UNIVERSIA y el Banco Mundial.
El
contexto en el que se analiza la situación de la Educación Superior en Panamá
en el quinquenio indicado demuestra que según el último censo de población
realizado en 2010, la población total es de 3, 450,813 habitantes. La población
en edad de estudios universitarios es de 291,501 hombres y 258,713 mujeres
haciendo un total de 577,214. El promedio de años aprobados de estudios de la población
según sexo es de 10.4 en los hombres y 11.7 en las mujeres. Hay
grandes diferencias en los valores del Índice de Desarrollo Humano (IDH). En el
país es de 0.733 distribuidos en 0.780 en el área urbana y 0.636 en el área
rural. En las zonas indígenas es de 0.457 El
equipo de trabajo encontró grandes dificultades por el retraso en el registro
de algunos datos estadísticos correspondientes al año 2010. La
tendencia del acceso a la educación superior es lenta en el nivel de
licenciatura y carreras técnicas universitarias, aumentada en el nivel de
posgrado (especialidad y maestría) y muy baja en estudios de doctorados por la
poca oferta y diversidad de las universidades
del país. Se mantiene un incremento sostenido en la matrícula de las
áreas del conocimiento de Ciencias sociales, Educación comercial y Derecho,
Ingeniería, industria y construcción y Educación. La matrícula femenina se
concentra más en la primera y última área del conocimiento señalada. En cuanto
a la Ingeniería, industria y construcción la matrícula es mayoritariamente
masculina. La demanda por estudios en esta área es muy marcada en este período
si lo comparamos con años anteriores.
Existe
una matrícula más alta en las universidades públicas en el nivel de
licenciatura y posgrado que en las particulares aunque estas últimas tienden a
mantener un incremento sostenido en el tiempo. Panamá
continúa con el mayor reto de lograr el acceso y la equidad con calidad para
los grupos menos favorecidos social y económicamente, los resultados del análisis
social de la matrícula demuestra que para el último año disponible de datos
(2007) el 0.45% de la matrícula está representado por aquellos estudiantes ubicados en el
primer quintil de ingreso. Por su parte
los estudiantes de mayor ingreso per cápita, representan el 19.38% de la matrícula universitaria. De hecho, pareciera existir una
contraposición con respecto al espíritu de la educación pública: alcanzar a los
más pobres del país. Existen
programas agresivos para otorgar becas y préstamos para que los estudiantes
panameños puedan realizar estudios de licenciatura, posgrado y posdoctorados en
áreas prioritarias para el desarrollo del país. Estos estudios están dirigidos
a realizarse en universidades de alta calidad. Los organismos encargados de llevar
a cabo esta política son la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación (SENACYT) y el Instituto para la Formación y Aprovechamiento de los
Recursos Humanos (IFARHU). Otro
cambio significativo en las tendencias, evolución y cambios de la plataforma
institucional de provisión ocurrida en los últimos cinco años es la expansión
de las ofertas de educación superior, en sectores con características
socioeconómicas y geográficas desfavorables, en todo el territorio nacional. Esta tendencia es mayor en las universidades
oficiales y con menor intensidad en las universidades particulares. El acceso
de estas poblaciones a educación superior universitaria se logra con la
incorporación de los campos virtuales que
permiten atender a poblaciones con perfiles diversos. Otra modalidad que se
incorpora es el surgimiento de consorcios de universidades internacionales con
nacionales.
A
propósito de las tendencias en la conformación y desarrollo de la profesión
académica se destaca en la normativa de las instituciones universitarias la
formación del personal docente en las áreas de su especialización y en la
docencia con una marcada tendencia a la regularización del personal docente
mediante la celebración de concursos a cátedra. También se ha incrementado la
movilidad de los docentes en universidades
internacionales y la incorporación de profesores extranjeros para
enriquecer los cursos tanto en el ámbito de licenciatura como de posgrado, esta
política de movilidad se logra mediante la incorporación de las universidades
en redes y grupos de investigadores. Uno
de los mayores logros cualitativos de la educación superior universitaria en
Panamá es la evolución y los cambios en el sistema y procedimientos de la
calidad, caracterizado por la revisión definitiva de la Ley 30 de 20 de julio
de 2006 que crea el Sistema de Evaluación y Acreditación de las Universidades
en Panamá y la coordinación con la Comisión Técnica de Fiscalización para la
aprobación de los planes y programas de estudio de las universidades particulares.
Actualmente todas las universidades oficiales y particulares del país están en
el proceso previo a la autoevaluación con fines de acreditación que debe
concluir en un año y es de carácter obligatorio.
La
información y estudios acerca de las relaciones entre la educación superior y
el mercado laboral es escasa aunque cabe señalar que algunas universidades
oficiales cuentan con observatorios ocupacionales. Un estudio realizado con
estudiantes de posgrado en 2003, por una de las universidades con observatorio
laboral demostró que el 90% de los estudiantes tenían trabajo al momento de
graduarse con una tendencia a incrementarse un 94% para el año 2007. Estos resultados se
asociaron a que los estudiantes de posgrados son profesionales insertos en el
mercado laboral que buscan mejorar sus competencias en sus áreas de conocimiento. Por esta razón
el estudio señaló que los cargos que ocupan al graduarse guardan estrecha
relación con la formación recibida a ese nivel. (Universidad de Panamá
2008:17). Para
comenzar con los resultados de gobierno y gestión de la universidades es
importante señalar que en la última
década las universidades en Panamá han estado sometidas a cambios profundos que
afectan sus funciones, financiamiento y exigen en el ámbito interno y externo
la rendición de cuentas, el aseguramiento de la calidad institucional, de los
programas que ofertan y los servicios que brindan. En este contexto respetando la autonomía que
gozan las universidades por derecho constitucional se han realizado algunos
cambios en la elección de sus autoridades ya que el voto sigue siendo directo y
secreto pero con una tendencia a cambiar la ponderación según los estamentos.
Es así que para elegir al Rector (a) que es la máxima autoridad unipersonal que
dirigen los Consejos Generales de las universidades la votación de los (as)
profesores (as) oscila entre 60 y 65%, seguido de los (as) estudiantes que representa 30-35% y el personal administrativo con un 5%.
El modelo de gestión universitaria cuenta con herramientas como el Plan
estratégico o de Desarrollo institucional y emplean la metodología de
planeación estratégica con el propósito de formular las
políticas, asignar los recursos y evaluar los objetivos por resultados,
mediante procesos participativos que culminan con un diagnóstico institucional
que es el insumo para los otros pasos de la planeación estratégica. En la
mayoría de las universidades estas funciones se realizan en la Dirección de
Planificación. También
existen mecanismos de control externo como la Ley 6 de 22 de enero de 2002, por
la cual se dicta las normas para la transparencia en la gestión pública de
todas las entidades que hayan recibido o reciban fondos, aportes de capital o
bienes del Estado como es el caso de las universidades oficiales. Tienen la
obligación de contar con un nodo de transparencia en la “web” que permite que
cualquier persona interesada pueda conocer la siguiente información: el
estatuto universitario, plan estratégico organigrama, pago de proveedores.
compras, planilla de empleados, informe de viajes al extranjero, estadísticas,
el código de ética y otros.
Finalmente
las tendencias de evolución y cambios en el financiamiento de la educación
superior del país ocurrido durante el período 2005-2010 demuestran que continúa
la crisis en cuanto a las fuentes de financiamiento. A pesar del incremento de la matrícula, de
los docentes y de las IES no parece haber una correlación directa con el
aumento de recursos. Los presupuestos
universitarios muestran incrementos, pero solo logran cubrir escasamente el
crecimiento al que se hace alusión. El modelo de presupuesto sigue siendo
histórico- negociado. El financiamiento de
la educación superior particular descansa en los fondos provenientes de las
matrículas. En el período señalado, no existen evidencias de aportes del sector
público al privado como porcentajes del gasto público total. Sigue haciéndose
evidente la necesidad de que haya criterios más racionales de asignación de
recursos a las IES por parte del Estado, con criterios que "respondan a
razones de costo/efectividad, más allá de la tradicional referencia al
presupuesto del año anterior y del número de estudiantes", como proponen
algunos estudiosos del tema. El esquema de
financiamiento es reforzado por el IFARHU, institución semi – autónoma, quién
con recursos estatales a la educación, oferta becas y créditos educativos, éste
último, un instrumento financiero que les permite a los estudiantes la
financiación de su educación. Además, esta institución otorga un subsidio a
través de tasas de interés que están por debajo de las tasas de interés del
mercado financiero. Los fondos de financiamiento provenientes del IFARHU, en términos
generales, han sido pensados para que estudiantes de menores recursos puedan
tener acceso a la educación superior. Las becas y los créditos son importantes
para garantizar la sostenibilidad de estudiantes de bajos recursos. Se otorgan becas a estudiantes destacados y
se brindar asistencia económica educativa a la población en situación de
vulnerabilidad y riesgo, con miras a ofrecer mayores oportunidades académicas a
estudiantes y profesionales talentosos. En las IES particulares prevalece el ingreso generado por el cobro de
matrícula, con base en la absorción de la demanda nacional. Además cuentan con otras fuentes de ingreso
como donaciones empresariales e ingresos propios por servicios.
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