sábado, 23 de junio de 2012

Reflexiones sobre la Educacion Superior Panameña

Este documento basado en la investigación de la Educación Superior en Panamá se desarrolla en el marco de los estudios periódicos de la situación de la Educación Superior Iberoamericana 2005-2010, cuenta con el apoyo de El Centro Interuniversitario de Desarrollo - CINDA, la Red de universidades, red de oportunidades UNIVERSIA y el Banco Mundial.

El contexto en el que se analiza la situación de la Educación Superior en Panamá en el quinquenio indicado demuestra que según el último censo de población realizado en 2010, la población total es de 3, 450,813 habitantes. La población en edad de estudios universitarios es de 291,501 hombres y 258,713 mujeres haciendo un total de 577,214. El promedio de años aprobados de estudios de la población según sexo es de 10.4 en los hombres y 11.7 en las mujeres. Hay grandes diferencias en los valores del Índice de Desarrollo Humano (IDH). En el país es de 0.733 distribuidos en 0.780 en el área urbana y 0.636 en el área rural. En las zonas indígenas es de 0.457 El equipo de trabajo encontró grandes dificultades por el retraso en el registro de algunos datos estadísticos correspondientes al año 2010. La tendencia del acceso a la educación superior es lenta en el nivel de licenciatura y carreras técnicas universitarias, aumentada en el nivel de posgrado (especialidad y maestría) y muy baja en estudios de doctorados por la poca oferta y diversidad de las universidades  del país. Se mantiene un incremento sostenido en la matrícula de las áreas del conocimiento de Ciencias sociales, Educación comercial y Derecho, Ingeniería, industria y construcción y Educación. La matrícula femenina se concentra más en la primera y última área del conocimiento señalada. En cuanto a la Ingeniería, industria y construcción la matrícula es mayoritariamente masculina. La demanda por estudios en esta área es muy marcada en este período si lo comparamos con años anteriores.
Existe una matrícula más alta en las universidades públicas en el nivel de licenciatura y posgrado que en las particulares aunque estas últimas tienden a mantener un incremento sostenido en el tiempo. Panamá continúa con el mayor reto de lograr el acceso y la equidad con calidad para los grupos menos favorecidos social y económicamente, los resultados del análisis social de la matrícula demuestra que para el último año disponible de datos (2007) el 0.45% de la matrícula está representado  por aquellos estudiantes ubicados en el primer quintil de ingreso.  Por su parte los estudiantes de mayor ingreso per cápita, representan  el 19.38% de la matrícula universitaria.  De hecho, pareciera existir una contraposición con respecto al espíritu de la educación pública: alcanzar a los más pobres del país. Existen programas agresivos para otorgar becas y préstamos para que los estudiantes panameños puedan realizar estudios de licenciatura, posgrado y posdoctorados en áreas prioritarias para el desarrollo del país. Estos estudios están dirigidos a realizarse en universidades de alta calidad. Los organismos encargados de llevar a cabo esta política son la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (SENACYT) y el Instituto para la Formación y Aprovechamiento de los Recursos Humanos (IFARHU). Otro cambio significativo en las tendencias, evolución y cambios de la plataforma institucional de provisión ocurrida en los últimos cinco años es la expansión de las ofertas de educación superior, en sectores con características socioeconómicas y geográficas desfavorables, en todo el territorio nacional.  Esta tendencia es mayor en las universidades oficiales y con menor intensidad en las universidades particulares. El acceso de estas poblaciones a educación superior universitaria se logra con la incorporación de  los campos virtuales que permiten atender a poblaciones con perfiles diversos. Otra modalidad que se incorpora es el surgimiento de consorcios de universidades internacionales con nacionales.
A propósito de las tendencias en la conformación y desarrollo de la profesión académica se destaca en la normativa de las instituciones universitarias la formación del personal docente en las áreas de su especialización y en la docencia con una marcada tendencia a la regularización del personal docente mediante la celebración de concursos a cátedra. También se ha incrementado la movilidad de los docentes en universidades  internacionales y la incorporación de profesores extranjeros para enriquecer los cursos tanto en el ámbito de licenciatura como de posgrado, esta política de movilidad se logra mediante la incorporación de las universidades en redes y grupos de investigadores. Uno de los mayores logros cualitativos de la educación superior universitaria en Panamá es la evolución y los cambios en el sistema y procedimientos de la calidad, caracterizado por la revisión definitiva de la Ley 30 de 20 de julio de 2006 que crea el Sistema de Evaluación y Acreditación de las Universidades en Panamá y la coordinación con la Comisión Técnica de Fiscalización para la aprobación de los planes y programas de estudio de las universidades particulares. Actualmente todas las universidades oficiales y particulares del país están en el proceso previo a la autoevaluación con fines de acreditación que debe concluir en un año y es de carácter obligatorio.
La información y estudios acerca de las relaciones entre la educación superior y el mercado laboral es escasa aunque cabe señalar que algunas universidades oficiales cuentan con observatorios ocupacionales. Un estudio realizado con estudiantes de posgrado en 2003, por una de las universidades con observatorio laboral demostró que el 90% de los estudiantes tenían trabajo al momento de graduarse con una tendencia a incrementarse un 94%  para el año 2007. Estos resultados se asociaron a que los estudiantes de posgrados son profesionales insertos en el mercado laboral que buscan mejorar sus competencias  en sus áreas de conocimiento. Por esta razón el estudio señaló que los cargos que ocupan al graduarse guardan estrecha relación con la formación recibida a ese nivel. (Universidad de Panamá 2008:17). Para comenzar con los resultados de gobierno y gestión de la universidades es importante señalar que en la última década las universidades en Panamá han estado sometidas a cambios profundos que afectan sus funciones, financiamiento y exigen en el ámbito interno y externo la rendición de cuentas, el aseguramiento de la calidad institucional, de los programas que ofertan y los servicios que brindan. En este contexto respetando la autonomía que gozan las universidades por derecho constitucional se han realizado algunos cambios en la elección de sus autoridades ya que el voto sigue siendo directo y secreto pero con una tendencia a cambiar la ponderación según los estamentos. Es así que para elegir al Rector (a) que es la máxima autoridad unipersonal que dirigen los Consejos Generales de las universidades la votación de los (as) profesores (as) oscila entre 60 y 65%, seguido de los (as) estudiantes  que representa 30-35%  y el personal administrativo con un 5%.
El modelo de gestión universitaria cuenta con herramientas como el Plan estratégico o de Desarrollo institucional y emplean la metodología de planeación estratégica con el propósito de formular las políticas, asignar los recursos y evaluar los objetivos por resultados, mediante procesos participativos que culminan con un diagnóstico institucional que es el insumo para los otros pasos de la planeación estratégica. En la mayoría de las universidades estas funciones se realizan en la Dirección de Planificación. También existen mecanismos de control externo como la Ley 6 de 22 de enero de 2002, por la cual se dicta las normas para la transparencia en la gestión pública de todas las entidades que hayan recibido o reciban fondos, aportes de capital o bienes del Estado como es el caso de las universidades oficiales. Tienen la obligación de contar con un nodo de transparencia en la “web” que permite que cualquier persona interesada pueda conocer la siguiente información: el estatuto universitario, plan estratégico organigrama, pago de proveedores. compras, planilla de empleados, informe de viajes al extranjero, estadísticas, el código de ética y otros.
Finalmente las tendencias de evolución y cambios en el financiamiento de la educación superior del país ocurrido durante el período 2005-2010 demuestran que continúa la crisis en cuanto a las fuentes de financiamiento. A pesar del incremento de la matrícula, de los docentes y de las IES no parece haber una correlación directa con el aumento de recursos.  Los presupuestos universitarios muestran incrementos, pero solo logran cubrir escasamente el crecimiento al que se hace alusión. El modelo de presupuesto sigue siendo histórico- negociado. El financiamiento de la educación superior particular descansa en los fondos provenientes de las matrículas. En el período señalado, no existen evidencias de aportes del sector público al privado como porcentajes del gasto público total. Sigue haciéndose evidente la necesidad de que haya criterios más racionales de asignación de recursos a las IES por parte del Estado, con criterios que "respondan a razones de costo/efectividad, más allá de la tradicional referencia al presupuesto del año anterior y del número de estudiantes", como proponen algunos estudiosos del tema. El esquema de financiamiento es reforzado por el IFARHU, institución semi – autónoma, quién con recursos estatales a la educación, oferta becas y créditos educativos, éste último, un instrumento financiero que les permite a los estudiantes la financiación de su educación. Además, esta institución otorga un subsidio a través de tasas de interés que están por debajo de las tasas de interés del mercado financiero. Los fondos de financiamiento provenientes del IFARHU, en términos generales, han sido pensados para que estudiantes de menores recursos puedan tener acceso a la educación superior. Las becas y los créditos son importantes para garantizar la sostenibilidad de estudiantes de bajos recursos.  Se otorgan becas a estudiantes destacados y se brindar asistencia económica educativa a la población en situación de vulnerabilidad y riesgo, con miras a ofrecer mayores oportunidades académicas a estudiantes y profesionales talentosos. En las IES particulares prevalece el ingreso generado por el cobro de matrícula, con base en la absorción de la demanda nacional.  Además cuentan con otras fuentes de ingreso como donaciones empresariales e ingresos propios por servicios.
 

 

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